lunes, 18 de noviembre de 2013

Haciendo lo que más cuesta, despedidas.

Buenas
Todo aficionado al bonsai muchas veces se habrá planteado alguna vez dar un pequeño salto en su colección. Yo llevaba tiempo en ello y, tras mi paso en la Niemeyer he intentado empezar a darlo. Lo primero, o eso creo yo, es hacer hueco y despedirse de algunos proyectos que tenía. No es que no creyera más en ellos, o incluso que fuesen malos, es que el espacio, el tiempo y la energía son limitados. Si quiero traer alguna incorporación nueva, necesito espacio; si quiero tener al día los trabajos de mantenimiento, diseño, etc., necesito tiempo (menos árboles que trabajar) y si quiero estar a tope con algunos proyectos de cero, no puedo tener 100 de este tipo. Es decir, seguiré con mis desastrillos, porque son divertidos y para jugar con ellos (aprender) de vez en cuando están genial, pero intentaré centrar mis energías en árboles más potentes. Es intentar dar un paso más. No renunciaré a todos mis desastrillos, pero sí a la gran mayoría. A pesar de ello, siempre los defenderé a capa y espada como principal manera de ir aprendiendo, pues es con ellos con los que he ido perdiendo el miedo. Además, también ha salido algún otro árbol más avanzado, como podréis ver.
Lo primero que hice fue enseñárselos a compañeros de mi asociación, y me los han comprado todos (los precios eran muy baratos, iguales a lo que me costaron en su día o 5€ más caros; contando que han estado abonados, todos trasplantados a tierra buena (akadama-pómice-kiryu) sin restos de tierra de vivero, con sol, selección de ramas, etc. 
Arce palmatum balsa. Contar que llevaba cuatro años con él, pero no había ni un solo tronco ni brote con los que hacer esta balsa.

Arce burgeriano. Las raíces ya no son tan finas y no parecen tentáculos de un pulpo.

Un chaenomeles, que se llena de flores todos los años.

Un ficus.

Un tejo que fructifica (hembra).
Un thunbergii. Éste le he vendido quedándome con la maceta, que es una Bigei.
Evidentemente, me ha costado despedirme; pero sólo un hasta luego porque los veré con mis compañeros seguir evolucionando.
Saludos

4 comentarios:

  1. Me alegro Marcos que tomaras esa decisión. Yo la tomé hace mucho tiempo y material de vivero me queda poco y estoy muy orgulleso de haber trasteado con ellos.

    Ahora entre el yamadori y alguna que otra compra la colección se completa.

    Así que nada suerte en esta nueva andadura y espero ansioso ver los nuevos proyectos.

    Un saludo!

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    1. Buenas Alejandro.
      Cierto es, pero cada vez también hay que intentar ser más exquisito en todo lo demás, jeje. Lo que no se puede hacer es cambiar para quedarse igual, jeje.
      Saludos

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  2. Hola Marcos, lógico paso, yo estoy en ello también, aunque despaciiiito.
    En cuanto a lo que muestras, a mi ya me parecen de muy buen nivel el pino y el burgeriano.Si te deshaces de esto es que tu colección lleva un camino de muuucha altura.
    Gracias por mostrar.
    Un abrazo

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    1. Buenas Dani.
      Al principio es entretenimiento, pero cada vez uno se mete más y quiere mejorar todo lo posible. Lo cierto es que esos dos árboles eran los que más potencial tenían, pero estaba un poco aburrido de ellos. Curiosamente, los arces son una de esas especies que no me apasionan..., y el thunbergii, prefiero los silvestrys.
      Gracias por tus comentarios. Saludos!

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